Lucas 22.28-30
Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas. Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asigno? a mi?, para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel.
Primeramente, vemos como Jesús les agradece a sus discípulos por la fidelidad y permanencia en los momentos más difíciles de la prueba.
Cuando Jesús era perseguido, burlado, calumniado, muchos decían de que tenía demonios, amado y odiado al mismo tiempo. Ellos estaban con él, acompañándolo en sus tristezas y alegrías. Como una esposa fiel que permanece en todos los momentos de nuestras vidas.
Además, Jesús recalca lo mejor de sus discípulos, la fidelidad en los momentos de prueba. Y luego les anuncia la recompensa por estar junto a él; y les dice que un día que van a estar como reyes y jueces sobre las Israel.
Podemos ver cómo siendo ellos tan comunes y simples sin letras llegando a un lugar tan privilegiado; obviamente hay una gran diferencia entre ser invitados y otra cosa ser parte de la realeza.
Apocalipsis 22.1-5
Después me mostro? un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. Y no habrá? más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará? en ella, y sus siervos le servirán, y verán su rostro, y su nombre estará? en sus frentes. No habrá? allí? más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminara?; y reinaran por los siglos de los siglos.
Podemos ver en su palabra la grandeza del reino de Dios que esta? esperando a sus fieles, pero debemos recalcar las palabras “…Sus siervos le servirán…”, detalla la recompensa a tanto esfuerzo de toda una vida. Quizás hoy estés sirviendo en algún área del ministerio, y muchas veces creíste que nadie te tiene en cuenta, no te sientes valorado, no te sientes capacitado o que esta? saliendo todo mal, pero momento Jesús nos va a capacitar. Muchas veces dejamos familia Hogar trabajo por servir y sentimos que quizás la fidelidad y permanencia no tiene la mejor recompensa.
Lucas 22.31-34
Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí? Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tu?, una vez vuelto, confirma a tus hermanos. El le dijo: Señor, dispuesto estoy a ir contigo no solo a la cárcel, sino también a la muerte. Y él le dijo: Pedro, te digo que el gallo no cantara? hoy antes que tu? niegues tres veces que me conoces.
Cristo le menciona a Pedro lo que le está por venir. Un zarandeo. Antiguamente para zarandear el trigo, se hacía en un cajón y se sacudía con mucha fuerza para que los residuos caigan al piso y quedara solo el grano. Jesús esta? comparando este zarandeo con las pruebas que debemos pasar que nunca sabemos cuánto tiempo va a durar, que deja muchas secuelas y aprendizaje. Podemos ver que Jesús oro para que Pedro no decaiga, no le dijo que no iba a pasarle nada malo, sino que lo hizo parta fortalecerlo y que permanezca. Debemos destacar que esta prueba aparece después que Jesús le haya dado una promesa de un futuro de gloria. Y esto nos deja una enseñanza para todos nosotros. Porque seguramente Dios te prometió? muchas cosas para tu vida y quizás muchas veces te has ilusionado pero no tuvimos en cuenta la prueba (el zarandeo). Por otra parte, debemos observar que satanás pide permiso. Porque, él sabía que a través de Pedro, Cristo edificaría su iglesia, un instrumento poderos en las manos de Jesús, vemos que en su primer mensaje se convirtieron miles de personas. Tal vez en este momento este siendo zarandeado como Pedro, en tu ministerio, tu familia, la salud y otros cosas más, pero quiero que sepas que HAY ALGUIEN QUE ESTA ORANDO POR TI PARA QUE TU FE NO FALTE.
Hay algo muy importante que debemos aprender, Pedro no era consciente de su propia debilidad como mucho de nosotros. En el V33 vemos que Pedro tenía mucha confianza en sí mismo, un poco de orgullo, se sentía suficiente. Y Dios quería arrancar de su corazón esa jactancia personal que estaba muy adentro de él. Cuando vino la prueba podemos verlo maldiciendo, lleno de cobardía, negó al que tanto el amaba, no lo conozco no se? quien es. Cristo no interrumpió el proceso de la prueba dejo que pasara por el fuego de la prueba; de esta misma manera todos los que quieren ser servidores necesitamos ser quebrantados humillados, Pedro pudo ver el orgullo que le acechaba en su corazón y tenía que limpiarse EL TENIA QUE VER QUE ESA CONFIANZA EN SI MISMO NO SERVIA PARA EL SERVICIO.
El zarandeo es la única alternativa para limpiar el vaso para que pueda ser empleado por Cristo, y el mismo esta? orando por ti para que tu Fe no falte; él es el único que ve lo bueno y lo malo que hay en uno. Pedro iba a ser el hombre que iba a predicar y miles se iban a convertir, un hombre predicador y sanador.
Por último, debemos resaltar que Jesús le dijo “… y tu una vez vuelto confirma a tus hermanos…” Hoy en día vemos a muchos que cuando tiene que hacer frente a la prueba no vuelven, sino que se apartan. Podemos ver cómo el fue transformado al leer en las escrituras que el fue el primero en ir al sepulcro y confirmo a sus hermanos que Cristo había resucitado. Pero lo más importante volver a Cristo.
Salmos 51.10-13
Crea en mi?, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mi?. No me eches de delante de ti, Y no quites de mi? tu santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación, Y espíritu noble me sustente
Si usted ya volvió? al señor testifique a otros que esta? siendo zarandeado; o estas siendo zarandeado por el enemigo es posible que Dios haya dado el permiso para sacar todo lo que no sirve en nosotros para el servicio y el ministerio. Mientras estamos siendo zarandeados uno aprende muchas cosas sin que nadie nos enseñe. Te recomiendo que leamos las cartas de pedro. Como el habla y trasmite su experiencia a las iglesias.
1 Pedro 4.1 -2
Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, termino? con el pecado, 2 para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios
Finalmente; la promesa era que el iba a ser rey y juez. Y el tuvo que aprender a padecer para entender la voluntad de Dios. Y recuerda CRISTO MISMO ESTA ORANDO POR TI.